Siempre, por muy lejos que me encuentre, por muchos kilometros que nos separen, tú, amiga mía, sabes que allí, en cada anochecer, estaré a tu lado... pase lo que pase, siempre me tendrás.
Al mundo entero le quisiera contar lo importante que es para mí, tu roce, tu cercanía, tu inigualable compañía. Eres el oasis en el desierto de mi vida. Y recordaremos siempre lo que hoy nos une, porque es amor, ternura, necesidad, deseo... y eso hace mucha falta en nuestras vidas.
Hay ocasiones en que quisiera poder expresarte con palabras lo que yo siento por tí, pero soy tan torpe, que las palabras se me escapan y no puedo dejarlas salir. En mi garganta siento un nudo que me apriciona, son tantas las cosas que tengo guardadas y que quisiera decir. Busco entre las palabras más hermosas y no encuentro ninguna lo suficientemente buena para poderte decir todas las cosas bellas que yo siento por tí. ¡Ay madre! si te lo pudiera decir. Si trato de hacerte un verso, no lo puedo terminar, y pienso ¿Cómo poderle a mi madre mi amor demostrar? y la única forma que encuentro es darte un beso de lo más profundo de mi pobre coazón ... ¡ay madre! si te lo pudiera decir....
Existe en nuestro idioma un nombre melodioso; tan suave y agradable como la dulce miel. Que sabe a melodías de arpejios celestiales, que sólo un alma grande alcanza a comprender. Ese nombre sagrado, es el nombre de ¡Madre! que muchos no comprenden ni saben definir. Porque la mente humana tan fragil y boluble, no penetra al misterio ni lo sabe sentir. EL amor de una esposa es un amor sagrado. El amor de una hermana es bello y celestial. El amor de una madre, es un amor divino y nadie en este mundo cual ella sabe amar: por ella tiende el viento sus notas lastimeras, el agua sus murmullos, el viento su canción, por ella se despierta mi musa adormecida y me palpita fuerte, muy fuerte el corazón! Gracias a ti Dios mio por la palabra ¡madre! ¡Gracias porque nos diste un ser que sabe amar, que por nosotros sufre, que por nosotros rie... que por nosotros pide....que por nostros llora... que es ángel en la tierra de bien de amor de paz...
He pensado en la vida si tu me quisieras. He llorado al pensar que mi vida te sobra. He pensado olvidarte al correr de los años, pero nunca podré, me persigue tu sombra. Esperando, esperando y soñando contigo. Esperando que el tiempo te arrastre conmigo. Esperando la noche al perder tu cariño. Como cuando llegaste a cambiar mi destino. No sentías el dolor que tu ausencia me daba. No mirabas que el tiempo nuestras vidas cambiaba. No mirabas el llanto, mis ojos lloraban.
Preguntas sin respuestas, danzan por mi cabeza, y un amor inmenso, explota en mi corazón, preguntas que me nublan la existencia, con este amor que me quita la razón.
Con que poco mi alma se contenta, solo espero de vos la comprensión, tu corazón y tu alma te convenzan, y me brindes de a poco tu perdón.
Sólo espero que este alma enamorada, que hoy suplica por tu amor y tu perdón, sea paciente esperando esa palabra, que me diga aquí estoy tuyo es mi amor.
Que el sol de un nuevo sueño te ilumine, calentando esa pasión que está dormida, con mi pena de amor quiero decirte, TE AMO, sos el amor de mi vida.
Aprisionando el aire, aprisionando el tiempo, aprisionando todo lo que llevo dentro. Y ese escalofrío que recorre el cuerpo, y esas mariposas cautivas al vuelo, y esta locura que nos complace hacerlo. Fuerte temblor que me invade por dentro, fuerte deseo que me invita a poseerlo, fuerte el amor que nos conduce a ello. Y asi es nuestro amor puro y sincero, asi se pone mi piel, al rozarme con tu aliento, y así, solo así, mi corazón te será eterno.